viernes, 13 de julio de 2012

El error sevillano

Los anunciados nombramientos del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, como próximo presidente del PP andaluz y del secretario general del PP de Sevilla, José Luis Sanz, como nuevo secretario general de los conservadores andaluces son un grave error que a la larga tendrá consecuencias electorales.

Las matemáticas no engañan. El PP necesita obtener cinco escaños más en las próximas elecciones andaluzas para conseguir la mayoría absoluta. En las pasadas elecciones autonómicas se pudo comprobar que para los populares subir más de un escaño en una provincia andaluza es prácticamente imposible. El PP sólo pudo ganar un escaño en tres provincias (Sevilla, Cádiz y Huelva) el 25-M con respecto a las elecciones del 2008. Y todo ello en una coyuntura política difícilmente mejorable para los conservadores andaluces y que no volverá a repetirse tras los recortes de Rajoy. Por tanto, el PP tendría que aumentar un escaño en cinco provincias. Dicho de otro modo. La lucha no está en Sevilla sino, como mínimo, en cinco provincias andaluzas. Con la designación del alcalde de Sevilla y del secretario general del PP sevillano como números uno y dos, los conservadores le ofrecen al PSOE andaluz en bandeja la oportunidad de presentar a los populares andaluces como un partido sevillano, preocupado únicamente por los intereses de Sevilla, que Zoido ya ha calificado como su prioridad número uno. Si a esto unimos el sentimiento generalizado de agravio que existe en el resto de provincias andaluzas (especialmente en las orientales y en Málaga, donde para más inri el PP empieza a tocar techo electoral) respecto a Sevilla, nos encontramos con que las posibilidades de los populares andaluces de obtener los cinco escaños que les faltan en esas cinco provincias se reducen al mínimo.

En un raro caso de desaciertos en cadena, al error de Rajoy al señalar a Zoido como el elegido se le ha sumado la equivocación de éste al nombrar a Sanz como su lugarteniente. El alcalde de Sevilla ha justificado el nombramiento del alcalde de Tomares como número dos del PP andaluz en la necesidad de tener a alguien de su confianza para poder dirigir a su partido con solvencia. Pero el propio hecho de que el próximo presidente del PP andaluz no tenga a nadie de su confianza en el partido fuera de la provincia de Sevilla evidencia que no es la persona idónea para liderar a su partido durante los próximos años.

En un momento en el que los conservadores andaluces -como grupo político más numeroso en Parlamento andaluz- se encuentran en la mejor posición de su historia para intentar alcanzar por vez primera el Gobierno andaluz, la dirección nacional y andaluza del PP parecen haber olvidado que Andalucía es algo más que Sevilla.

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