miércoles, 5 de septiembre de 2012

La campaña andaluza del Lehendakari

Cualquiera que haya leído las últimas encuestas sobre las elecciones vascas tendrá meridianamente claro que Patxi López tiene difícil revalidar la lehendakaritza. Según esos sondeos, su partido obtendría 17 escaños frente a la horquilla de 24-25 y 21-22 escaños que le conceden al PNV y a la izquierda abertzale, respectivamente. Sin embargo, recortar buena parte de esa ventaja no es imposible. Griñán también lo tenía difícil cuando la extrapolación de los resultados de las elecciones generales a los comicios andaluces otorgaba una cómoda mayoría absoluta al PP (58 escaños) y al final la derecha no pudo pasar de los 50 escaños, a cinco de la mayoría absoluta.
La campaña del PSOE andaluz puede servir de modelo al lehendakari para afrontar las elecciones en Euskadi. ¿Cuáles son las estrategias que siguió Griñán para renovar mandato que puede aplicar el PSE-EE en Euskadi?
Motivar a su partido y sus votantes: Para ganar unas elecciones es imprescindible que tus militantes hagan una buena campaña así como mantener a tu electorado motivado. Como narro en el libro Andalucía, la aldea gala, lo primero que Griñán hizo tras las elecciones generales fue convencer a su partido y a sus votantes que podían dar la vuelta a la ventaja que tenía el PP.  De hecho, no dejó de animarles hasta el día de cierre de campaña, aún cuando todas las encuestas del domingo anterior auguraban la mayoría absoluta del PP. Las palabras del lehendakari afirmando que “sólo por el fin del terrorismo ha merecido la pena un Gobierno socialista en Euskadi”, dejan entrever que López asume que su partido no volverá a gobernar, al menos, a corto plazo. Tendrá que corregir ese mensaje.
Campaña de líderes por separado: Las posibilidades del lehendakari pasan por separarse lo máximo posible de Rubalcaba, que no consigue rentabilizar en las encuestas los recortes del PP. Los españoles siguen identificando al secretario general del PSOE con la época de Zapatero, de cuyo gobierno fue vicepresidente. Griñán diseñó una campaña en la que todos los líderes socialistas (Rubalcaba, Chaves y él mismo) intervenían en los mítines por separado.  La amistad que une al lehendakari con el secretario general del PSOE complica esta dispersión, pero tendrá que pedirle que mientras él hace campaña en Bilbao, Rubalcaba la haga en Vitoria.
Los recortes: Griñán consiguió que la campaña andaluza girase alrededor de los ajustes en sanidad y educación a pesar de que el PP andaluz intentó que pivotase en torno al paro. En este caso, el lehendakari lo tiene más fácil ya que los recortes se han convertido en el tema estrella en los medios y Euskadi es una de las comunidades con menos paro. La decisión del Gobierno vasco de seguir atendiendo sanitariamente a inmigrantes es un buen comienzo. La incertidumbre de un hipotético Gobierno vasco de derechas mientras el partido hermano del PNV (CiU) mete el tijeretazo en Cataluña ayudará a los socialistas a plantear los recortes como tema central de la campaña vasca.

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