domingo, 27 de enero de 2013

¿Andalucía marca el camino?

Hace casi un año Griñán eligió la frase “Por el camino seguro” como slogan electoral de su partido para la pasada campaña autonómica. Muchos criticamos en aquel momento que no cerrará el lema ofreciendo así a sus adversarios políticos la oportunidad de completar la frase añadiendo palabras como “…hacia el paro” o “…hacia la corrupción”, que en nada favorecían las posibilidades electorales de los socialistas andaluces. Ayer insistió en el tan traído “camino” sosteniendo que las políticas públicas andaluzas muestran al resto de España cómo se sale de la crisis. La palabra en cuestión ya fue utilizada en su momento por Felipe González como slogan electoralpara pedir a los españoles que avalarán electoralmente la política que llevó a cabo durante sus cuatro primeros años de gobierno. Eran otros tiempos y otras políticas.

Pero volvamos al titular que ayer nos dejó Griñán. ¿Son las políticas públicas que se realizan en Andalucía un referente para el resto de España? Depende de lo que hablemos. No hay duda que la sanidad pública andaluza sí lo es. Incluso algunos líderes conservadores, como el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, ya han avisado del peligro que supondría extender el modelo Alzira, de hospital público con gestión privada, al resto del país. No en vano su región lo ha sufrido durante años. Pero si hablamos de educación, aparte de la loable defensa que el Gobierno andaluz hace de la enseñanza pública, ¿marca Andalucía el camino con la tasa de fracaso escolar (36%) más alta de toda España?

Y vayamos más allá. Hablemos del asunto que más preocupa a los españoles: el empleo. Andalucía encabeza la lista de comunidades con más paro de todo el Estado, con una tasa del 35%. Teniendo en cuenta esta cifra, ¿podemos afirmar que el resto de españoles quieren parecerse a nosotros? Frases como la pronunciada por Griñán provocan, en el mejor de los casos, perplejidad. Y seamos sinceros, no nos dejan en buen lugar. Digamos la verdad. Hay políticas que se están haciendo bien. Y otras que no. Griñán es consciente de eso y debería mejorar lo mejorable, fijándose, por ejemplo, en las políticas de empleo que están llevando a cabo las dos únicas regiones de España que han reducido el paro en el último trimestre de 2012: La Rioja y Baleares, con un descenso del 4% y del 1,66%, respectivamente. Olvidemos las diferencias partidistas hasta que pase la crisis y busquemos alternativas -vengan de quien vengan- que ayuden a sacarnos del pozo donde estamos metidos.

domingo, 13 de enero de 2013

Pacto sin exclusiones

“Serio, útil y sin exclusiones”. Ese es el pacto por Andalucía que quiere Zoido. Y el que cualquier andaluz de buena fe firmaría ahora mismo. Cuantas más fuerzas políticas con capacidad de influencia estén en el pacto, mejor. Desde este blog, se ha criticado con dureza al alcalde de Sevilla por anteponer los intereses de su ciudad a los de Andalucía. Pero hay que reconocer que lo que pide en esta ocasión es lo que demandan la mayoría de los andaluces. Y es que el pacto por Andalucía quedaría cojo sin la participación de la fuerza más votada en las elecciones andaluzas, que -no olvidemos- es a su vez el partido político que gobierna España. Ahora que el color político del gobierno andaluz y del gobierno central no coincide es más necesario que nunca tender puentes entre ambas administraciones.

No parece un buen augurio que en una entrevista publicada hoy en El País Diego Valderas afirmase que veía casi imposible que el PP se sumase al pacto. Parece que el vicepresidente andaluz se está poniendo la venda antes la herida. El PP-A deberá asumir que los andaluces, como han demostrado en las urnas votando mayoritariamente a fuerzas de izquierdas, no quieren recortes en políticas sociales como la sanidad, la educación o la dependencia. Pero los socialistas andaluces deberán también reconocer que hasta ahora su política no ha servido para crear empleo sino para destruirlo y que la administración andaluza -como el resto de administraciones territoriales- no funciona de forma eficaz. Algo habrá que hacer para que esas dinámicas cambien. Y las tres fuerzas deberán ceder algo para que el pacto refleje lo que mayoritariamente desean los andaluces: un modelo de salida de la crisis que impida recortes en las políticas sociales pero útil para dinamizar el empleo y reformar la administración pública.

Los escollos no son sólo económicos sino también territoriales. En esa misma entrevista en El País, Valderas incluía dentro del pacto el modelo de Estado que se defendería desde Andalucía. Pero Arenas no ha dudado en afirmar hoy que el modelo federal que propone el PSOE sería “letal” para Andalucía porque eliminaría la solidaridad. Diferencias hay hasta en el modelo de Estado.

Pero no seamos pesimistas. El pacto parece que cuenta con un valedor: el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que tiene un gran interés en que el acuerdo sirva como referente nacional para PP y PSOE, apuntándose así un tanto político. El presidente andaluz deberá propiciar un acuerdo sobre un texto que sea lo suficientemente ambiguo pero también lo suficientemente concreto como para que PSOE, PP e Izquierda Unida se sumen al mismo. Sólo un pacto en el que figuren los tres partidos representados en el Parlamento tendrá la solidez suficiente. Los ciudadanos necesitan que los políticos tengan altura de miras. Si no, lean las encuestas.