domingo, 21 de abril de 2013

Tres comidas al día

Dejaré claro mi posicionamiento político antes de empezar el artículo. Si como parecen indicar los datos aportados por la consejera de Presidencia, Susana Díaz, el problema de pobreza en Andalucía es tal que se necesita la intervención de la Junta para garantizar a través de su red de centros escolares tres comidas al día a los niños en riesgo de pobreza, es imprescindible que se actúe de forma inmediata.
Dicho esto,  el nuevo decreto comporta graves riesgos para la imagen de Andalucía. A diferencia del problema de los desahucios, que se percibe de forma nítida en toda España, no se puede decir que se aprecie la misma situación en lo que se refiere a la pobreza. Existe el peligro de dibujar un retrato de la comunidad a la cola en España y en Europa en lo que concierne a indicadores de inclusión social. Ya hemos visto que no ha tardado ni unas horas el portavoz adjunto del Grupo Popular y diputado por Almería, Rafael Hernando, en comparar, de una forma un tanto mezquina, a Andalucía con Etiopía con fin de erosionar políticamente a los socialistas.
Apuntadas las posibles consecuencias de este nuevo decreto, resolvamos el problema cuanto antes y, si es necesario, extiéndase el modelo a otras partes de España. Como dicen, no hay peor ciego que el que no quiere ver…

domingo, 14 de abril de 2013

Andalucía, más gala que nunca

Hace poco más de un año, me plantee cuál debía ser el título del libro que narraba los cuatro meses de campaña permanente transcurridos entre el arrollador triunfo del PP en las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 y su amarga victoria en los comicios andaluces del 25 de marzo de 2012. Al haber resultado fructífera la estrategia socialista de contraponer  el modelo social de la izquierda andaluza frente al de la derecha española de los recortes y la reforma laboral -utilizando como referencia la resistencia de Asterix y Obelix frente a los romanos-, decidí titularlo Andalucía, la aldea gala. En aquel momento, sin embargo, no se veía una diferencia real entre ambos modelos sino más bien de discurso.
Tras la aprobación por la Junta del decreto que permite la expropiación temporal del uso de la vivienda para evitar el desahucio de familias en riesgo de exclusión, la situación ha cambiado drásticamente. Es la primera medida que sitúa a Andalucía de forma efectiva en la vanguardia de las políticas sociales en España. Por primera vez, se empieza a observar con claridad dos modelos diferenciados.
Desde algunos ámbitos se señala que el decreto se ha lanzado en este momento para desviar la atención mediática de las últimas semanas sobre el proceso de los ERE. Sin embargo, poco les importa eso a las miles de familias que podrán vivir en las viviendas de las que han sido desahuciadas o a aquellas que estén en proceso de desahucio. Otros dicen que se trata de una medida demagógica y populista. Lo que sí es cierto es que es popular y, permitidme la expresión, aprobada incluso por los propios votantes populares. Según una encuesta de La Sexta, realizado por Invymark, el 83,4% de los ciudadanos está a favor del decreto frente al 13% que se posiciona en contra. Más esclarecedor resulta ver cómo el 61% de los votantes del PP también aprueba la medida. En una situación dramática poco importan las razones de una medida imprescindible.
Por la aportación del decreto andaluz a la mejora de las condiciones de vida de sus ciudadanos, es de justicia terminar este artículo con una palabra que hace años que los políticos no escuchan. Enhorabuena.

domingo, 7 de abril de 2013

El enemigo, en casa

Varios medios informativos han insinuado que las declaraciones de la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, a Canal Sur situando las responsabilidades políticas del caso de los ERE en los ex consejeros de Empleo, José Antonio Viera y Antonio Fernández, fueron realizadas con el consentimiento de Pepe Griñán.
Sin embargo, vayamos a los hechos. Dos días antes de la entrevista de la consejera en la cadena autonómica, el presidente de la Junta se había apuntado un tanto político al haber sido acusado erróneamente por el líder de la oposición, Juan Ignacio Zoido, de haber incluido a intrusos en unas ayudas públicas realizadas a la empresa Primayor. Tras la posterior rectificación del PP andaluz, la atención mediática se había desviado del asunto del 'fondo de reptiles', centrándose en Bárcenas y la Infanta, con el Partido Popular y la Corona como principales damnificados. Pero las palabras de Martínez Aguayo en Canal Sur colocaban de nuevo a los ERE y al PSOE en el centro del debate sobre la corrupción política en España. Es imposible que una persona con la capacidad estratégica de Griñán hubiese dado su consentimiento a un error de tal magnitud.
Además, como señalan hoy varios medios de comunicación, esas declaraciones suponían un torpedo en la línea de flotación del acuerdo no escrito entre rubalcabistas y griñanistas de no elevar el nivel de responsabilidad política en el caso de los ERE por encima del ex director general de Empleo, Francisco Javier Guerrero. El propio Griñán ha tenido que desmarcarse hoy públicamente en El País de las palabras de su consejera, calificándolas como declaraciones “a título personal”.
Es comprensible que Martínez Aguayo quiera apartar la responsabilidad política de los ERE de la consejería de Hacienda, de la que su jefe, Pepe Griñán, y ella eran titulares como consejero y vice-consejera. Sin embargo, desde el punto de vista de la comunicación política, es inexplicable cómo el Gobierno andaluz permite que algunos de sus miembros hablen sobre un tema tan dañino para sus intereses como los ERE.